Historia de Cruz Roja en Canarias
En sus comienzos, la actuación de la Cruz Roja estuvo centrada en intervenciones humanitarias en caso de conflicto armado. En tiempos de paz se amplió a la asistencia sanitaria a los colectivos más necesitados, el rescate en accidentes, incendios, naufragios y adversidades climáticas, y el transporte de heridos y enfermos. Desde su fundación, su evolución ha sido siempre una constante adaptación a los problemas y necesidades sociales que han ido produciéndose.
Fechas fundacionales de la Cruz Roja en Canarias:
La Cruz Roja comienza su andadura en Canarias de la mano del médico Victor Grau-Bassas y Mas, que constituye la primera Comisión el 1 de abril de 1874 en Las Palmas de Gran Canaria. En los siguientes años y por diferentes circunstancias tuvo una actividad escasa y discontinua, hasta enero de 1896, en que es reconstituida con Juan Verdugo y Pestana como presidente, prestando los servicios iniciales de socorro de accidentados, vacunación y Consultorio para pobres.
A partir de 1894 empiezan a constituirse las Comisiones en el resto de las Islas:
- El 12 de octubre de 1894, se constituye en San Sebastián de la Gomera con Vicente Cabrera Lemus como presidente.
- El 15 de octubre de 1894, se constituye en Santa Cruz de la Palma con Antonio Cabrera de Las Casas de presidente.
- El 3 de noviembre de 1894 se constituye la Cruz Roja en Fuerteventura, en Puerto Cabras (luego Puerto del Rosario), con Ramón F. Castañeyra como presidente.
- Unos días después, en noviembre de 1894, se constituye en Arrecife de Lanzarote, con Rafael Ramírez Vega de presidente.
- El 22 de noviembre de 1895, se constituye la Comisión Central de Santa Cruz de Tenerife, con José Ruíz de Salas como presidente.
- Y por último, en septiembre de 1898, se forma una pequeña Subcomisión en Valverde del Hierro para atender a los soldados repatriados.
Primeras décadas 1874-1919
A partir de este momento y en sus primeras décadas de existencia, la Cruz Roja canaria multiplica su presencia en las Islas, organizando sus Ambulancias para la asistencia y traslado de heridos y enfermos, así como las primeras secciones de Bomberos. Entendida como un grupo humano dedicado al rescate y traslado de heridos y enfermos, la Ambulancia siempre estaba dispuesta para prestar sus servicios, sin importar el día, la hora, el clima o el lugar. Acudía a incendios, accidentes, naufragios, catástrofes naturales y también asistía a enfermos en los barcos o los trasladaba a tierra para su restablecimiento. La solicitud, disposición y buen hacer de sus camilleros le granjeó el reconocimiento, admiración y cariño de una población agradecida, y sus actuaciones gozaron siempre de gran interés y aceptación por parte de la población.
Una de las más celebradas eran los Simulacros Reglamentarios, unos ejercicios periódicos en los que la Ambulancia participaba con todos sus efectivos con el fin de adquirir prontitud y precisión en sus actuaciones y tener bien preparados sus equipos sanitarios. Solían hacerse en localidades diferentes cada año, y la dinámica general era llegar desfilando a la localidad recibidos por las autoridades, celebrar una misa de campaña, desarrollar los ejercicios tácticos, incluido el rescate en incendios, en los que solía participar la población, y terminaban con una comida de fraternidad. Muchas veces acompañaban a la Ambulancia fotógrafos y periodistas que reflejaban en sus artículos el desarrollo de las maniobras.
También asume con brillantez la Repatriación de los soldados de las colonias. Durante la Campaña de Cuba, la Cruz Roja organiza colectas, donativos, suscripciones y espectáculos para el envío de material médico y recursos a los soldados enfermos y heridos que combatían en Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Una vez perdidas las colonias en 1898, se le encomendó a la Cruz Roja la repatriación de los soldados españoles que habían combatido en ellas y que llegaban desmoralizados y enfermos. La labor realizada con los soldados repatriados constituye una página de oro de la Institución, pues entre los meses de octubre de 1898 y abril de 1899 asistió a las numerosas expediciones que llegaron a las Islas, sobre todo a Tenerife y La Palma. Cuando desembarcaban, eran trasladados por la Ambulancia de Cruz Roja y asistidos y cuidados en clínicas o, en el caso de Santa Cruz de Tenerife, en un pabellón del Manicomio ofrecido por el doctor Juan Febles para instalar un Sanatorio de Cruz Roja. Era un edificio con 24 camas, habitaciones para los médicos, capellán, practicantes, sirvientes, botiquín, baños y despensa, y en la planta baja una cocina. Una vez recuperados y sanos, se les facilitaban ropas, tabaco, algo de dinero y el traslado a sus hogares, y en los casos de fallecimiento, la Institución costeó el sepelio. A pesar de la precaria situación del momento, el pueblo canario reaccionó con gran entrega y solidaridad. La Cruz Roja organizó varios conciertos, un baile en el Círculo de Amistad y una función especial en la plaza de Toros para recaudar fondos con los que socorrer a los repatriados y mantener el Sanatorio, que tuvieron un gran éxito de público y recaudación.
En esta etapa se abren los primeros Dispensarios médicos y Casas de Socorro, y se abordan campañas de vacunación en varias islas. Se organizan numerosos eventos y colectas para recaudar fondos con los que combatir la epidemia tífico indiana, ayudar a paliar el hambre y la sequía en Fuerteventura, Lanzarote y el Hierro, además de asumir la asistencia médica y evacuación en la erupción del volcán Chinyero, en la isla de Tenerife. Este importante acontecimiento tuvo lugar el 18 de noviembre de 1909, en Guía de Isora. Ese día se desplazaron hasta la zona dos secciones de la Ambulancia de Santa Cruz y otra de La Laguna, que junto con la del Puerto de la Cruz, durante diez días realizaron labores de evacuación de enfermos e inválidos entre los vecinos de Guía, El Palmar, Tamaimo, Alcalá y Santiago del Teide. Se realizaron, además, numerosas asistencias sanitarias y facultativas a vecinos de la zona que acudían a consultar sus afecciones, pues en aquel momento, la mayor parte de esos pueblos no tenían médico ni botica, y la llegada de los médicos y practicantes de la Cruz Roja era vista como una verdadera salvación.
Además, la Cruz Roja interviene en el rescate y asistencia de varios naufragios, incendios y accidentes, y en 1912 se sitúa como la primera provincia española en número de socios. En estos años se constituyen nuevas Comisiones y se consolidan la Policlínica de Las Palmas y el Dispensario Médico de Santa Cruz de Tenerife, en la nueva sede social inaugurada en 1915, así como Casas de Socorro en otras islas y poblaciones, y se organizan eventos y acciones recaudatorias para ayudar a las familias de los soldados de la Campaña de África.
En 1917 comienzan a impartirse los cursos del recién creado Cuerpo de Enfermeras Profesionales y Damas Enfermeras Voluntarias de la Cruz Roja. Tras dos años de estudios con sus prácticas, las enfermeras recibían su título y su brazal, acto que fue adquiriendo solemnidad con el tiempo. Estas enfermeras se convirtieron en elementos muy necesarios para la sociedad por la admirable labor que realizaban en sus múltiples servicios, como girar las visitas domiciliarias a los enfermos de la epidemia gripal de 1918, la organización de suscripciones, colectas y eventos para recaudar fondos con los que ayudar a los soldados que partían a la guerra de Melilla y sus familias, las guardias y servicios en el dispensario médico y las diferentes clínicas, y la participación activa en los simulacros reglamentarios y supuestos tácticos de la Brigada Sanitaria, así como en los desfiles y celebraciones oficiales en los que Cruz Roja era invitada. Su arraigo en la sociedad canaria fue muy notable, favoreciendo la expansión y desarrollo de la Institución, de la que se convirtieron en un elemento icónico potente y amable en nuestro imaginario colectivo. A lo largo de los años sesenta y setenta, quedaron integradas como sección femenina del Cuerpo de Tropas de Socorro, en el Cuerpo Auxiliar Femenino (CAF), desarrollando las mismas funciones y colaborando en los servicios y puestos de la Brigada Sanitaria y el Cuerpo de Tropas de Socorro.
Finaliza la etapa con la llegada del primer coche Ambulancia de Canarias, que fue donado por la Cruz Roja Británica a la Comisión de Las Palmas de Gran Canaria en 1919.
Años 1920-1930.
Comienza la década con el Desastre de Anual en Marruecos. La Cruz Roja Canaria organiza diferentes fiestas, colectas y donativos para los soldados de la Campaña de África, además de dotar de diferentes recursos y despedir a los soldados de la Batería de Montaña que partían rumbo a Larache. También se embarca en la ampliación de una nueva planta en su sede de Santa Cruz de Tenerife y se amplían las especialidades en los Dispensarios. Cogen brillantez las celebraciones de la Patrona y los actos de Imposición de Brazales y Títulos a las Damas Enfermeras, y comienza el Sorteo Especial de la Lotería Nacional y se impulsa la postulación de la Fiesta o Día de la Banderita, ambos aún vigentes en nuestros días.
El advenimiento de la II República supuso un cambio radical en las estructuras políticas y sociales españolas, que también supuso transformaciones en el régimen interno de CRE. En esta etapa, hasta el comienzo de la Guerra Civil, la Cruz Roja Canaria comienza a celebrar la Fiesta de Reyes para hijos de camilleros y ambulantes, un simpático festejo con el que el Comité premiaba la obra que realizaban los camilleros durante el año, obsequiando a sus hijos con ropas, juguetes y dulces.
También asiste a las familias indigentes repatriadas de Cuba, inaugura un Pabellón de Ambulancia, un Dispensario Antituberculoso y estrena su segunda Ambulancia automóvil en Tenerife, una Ford adquirida en 1933. Se Continúa y amplia la asistencia en dispensarios y casas de socorro, atendiendo el transporte de heridos y enfermos, y se estrena en puestos para cubrir huelgas generales. Además, participa en los desfiles de la República, las fiestas de mayo y otras celebraciones, e inaugura una academia instrucción primaria para ambulantes.
Guerra Civil Española, 1936-1939- La tarde del 18 de julio de 1936, en Santa Cruz de Tenerife se produjo una refriega cuyo resultado fue de dos muertos y varios heridos, que recogieron y trasladaron los camilleros de la Cruz Roja. Durante aquella noche fueron muchos los que solicitaron la ayuda de la Cruz Roja, la mayoría para poder llegar a sus domicilios, bien por encontrarse alejados en los momentos de los sucesos o por el temor de ser detenidos entre la confusión reinante. Desde el 18 de julio hasta el 10 de octubre se mantuvo en el local social un retén diario de 25 hombres preparados para atender cualquier contingencia.
La Cruz Roja Canaria, igual que en toda España se ve afectada desde los primeros momentos por las movilizaciones de soldados a la Península, por la reorganización de todos los Comités existentes y por la ¿desaparición¿ de algunos otros. Fue un periodo de represiones políticas, de restricciones económicas y escasez de medios, pero a pesar de todo, Cruz Roja siguió prestando numerosísimos servicios de transporte y asistencia sanitaria, inauguró el Hogar del Camillero e instituyó ¿La Semana de La Cruz Roja¿, un evento en el que se impartían charlas y conferencias, se realizaban visitas a diferentes centros sanitarios y culminaba en un Supuesto Táctico en el que participaban la Brigada Sanitaria y las Damas Enfermeras, en ocasiones con la participación o colaboración del Ejército.
Años 1940-1950.
En Canarias, los primeros años de la posguerra estuvieron determinados por la gestión del Mando Económico de Canarias, gracias a cuya ayuda la Cruz Roja Canaria cobró más vitalidad y mejoró sus recursos: se construyeron nuevas sedes ( Sede Provincial de Las Palmas de Gran Canaria, sede del Puerto de la Cruz, y sede de La Laguna) y se amplió la Sede Provincial de Santa Cruz con el nuevo Parque de Material para la Brigada Sanitaria; el número de asistencias sanitarias y servicios se mantuvo en cotas muy altas, se continuó celebrando la Semana de la Cruz Roja (entre 1939-1943), los cursos de Damas Enfermeras cobraron más auge, se efectuaron numerosos Supuestos Tácticos (en la Esperanza, en La Cruz del Cármen, etc.), la Fiesta de la Banderita adquirió mayor impulso y se continuaron celebrando numerosos actos y festividades. Las Asambleas pasan por altos y bajos de actividad, hay reorganizaciones y nuevas creaciones.
A lo largo de esta nueva etapa política, la Cruz Roja Canaria mantuvo su aparato sanitario de socorro en perfecto estado, organizando anualmente diversos ejercicios o maniobras para mantener su dispositivo de socorro en plena forma. No faltaron ocasiones donde ponerlo a prueba, como los temporales e inundaciones de La Gomera, La Laguna o La Palma, la erupción del volcán San Juan en La Palma, naufragios, accidentes, etc. En 1955 la Brigada Sanitaria participa en el primer ejercicio de Salvamento marítimo con helicóptero realizado en España.
Los Dispensarios, Casas de Socorro y consultas médicas continuaron desarrollando su labor con la misma eficacia, siendo numerosísimos los enfermos y heridos asistidos. También se pusieron en marcha nuevas iniciativas, como una incipiente Sección Motorizada (iniciada tímidamente en 1953 en Tenerife), prestando además sus servicios en todo tipo de eventos deportivos (campos de futbol, carreras ciclistas, etc.), fiestas y espectáculos que supusieran aglomeraciones humanas extraordinarias en las que podrían darse situaciones de riesgo.
Años 1960.
Es la época del desarrollismo, la emigración masiva del campo a la ciudad y nuevos desafíos sociales. Cruz Roja Canaria sigue creciendo y despliega nuevas actividades como el Auxilio en Carretera, la Donación de Sangre, la Lucha Antidiabética y el Socorrismo desde las costas a la alta montaña.
Los Puestos de Socorro o de Primeros Auxilios en carretera para atender incidencias y accidentes de tráfico, se convertirá en uno de los servicios más populares. La red se completará en los años setenta y ochenta, y será clave en un país donde la motorización crece más deprisa que las infraestructuras viarias.
Cruz Roja se propone, además, difundir el Socorrismo acuático, organizando los primeros cursos para formar especialistas socorristas; fomentar la donación de sangre a través de la creación de Bancos de Sangre (en Las Palmas en 1965 y Santa Cruz en 1967) y campañas de donación con unidades móviles de extracción de sangre que recorrían diferentes poblaciones (el primer vehículo de extracción de sangre que entró en funcionamiento en España fue el adquirido por la Asamblea Provincial de Las Palmas en 1968), e instalar servicios de socorro y evacuación en aglomeraciones, como las peregrinaciones de enfermos y devotos a las diferentes Patronas de las Islas (Villas Marianas de Candelaria y Teror en un principio).
Se reorganizan Asambleas y la Cruz Roja de Fuerteventura comienza la construcción de su sede en Puerto del Rosario. También empieza a funcionar la Lucha Antidiabética de la Cruz Roja (LACRE), sensibilizando y orientando a la población sobre la diabetes a través de campañas de prevención y de las Colonias Mixtas para Niños y Niñas Diabéticos, en las que los asistentes aprendían a llevar una dietética adecuada para ellos y a inyectarse la insulina si era necesario. La primera Colonia realizada en Canarias, en Tenerife en 1971, fue la segunda experiencia de este tipo llevada a cabo en España.
Años 1970.
Cruz Roja evoluciona y se fundan departamentos clave como Servicios Sociales, con una mayor sensibilidad a la diversidad de necesidades, Asuntos Internacionales, para una mejor coordinación en intervenciones fuera de España, Voluntariado Social, con mayor apertura a la participación, y el Centro de Formación, para una mayor capacitación que mejore la eficacia de las intervenciones.
En septiembre de 1970 nace la Cruz Roja Juventud: Aunque los antecedentes de esta iniciativa se remontan a 1924, este año se reorganiza como sección juvenil con estructura propia, respondiendo así a los nuevos tiempos en los que la infancia y la juventud reclaman más protagonismo en el mundo. La organización juvenil nace para implicarse en los problemas específicos de las nuevas generaciones, como la educación, la marginación y el acceso al mundo laboral.
También nace la Cruz Roja del Mar en 1971, cuyo detonante fue un naufragio ocurrido el año anterior frente a las costas gallegas. Desde 1971 hasta 1992, la única organización que ha existido en España dedicada a rescatar y proteger a las personas en el mar es la Cruz Roja, que financiaba los costes de esta actividad gracias a aportaciones voluntarias y ayudas esporádicas de las diferentes administraciones. Actualmente, Cruz Roja Canarias cuenta con 4 Bases de Salvamento Marítimo convenidas con el SASEMAR, cuyo servicio está disponible 24 horas al día los 365 días del año.
La Cruz Roja en Canarias continúa asentando y ampliando la red de auxilio en carretera con la inauguración de los primeros Puestos de Socorro y Primeros Auxilios permanentes; presta su asistencia en la erupción del Teneguía en la isla de La Palma, y en varios accidentes aéreos, entre ellos, el más grave en la historia de la aviación, ocurrido en el aeropuerto de Los Rodeos en 1977.
Sigue ampliando su parque móvil de ambulancias, y complejizando sus ejercicios tácticos con la colaboración de distintas secciones. Crea la sección de Socorros y Emergencias, continúa impartiendo cursos de Socorrismo y generaliza sus puestos en las playas del Archipiélago.
Celebra su primer Centenario en Canarias con un extenso programa de actos y actividades, y termina la década acogiendo el Servicio Militar Voluntario, que realizará un magnífico servicio en los Puestos de Primeros Auxilios.
Años 1980-1990.
Etapa de cambios y modernización. En esta década se abordan los debates sociales más candentes en el país y en el mundo: inmigración, racismo, medio ambiente, infancia y personas mayores vulnerables, drogodependencias, SIDA, maltrato a la mujer, Chernobil y el peligro nuclear, la objeción de conciencia, Derechos Humanos, etc. Pero también Cruz Roja vive su propia transición. De una estructura militarizada se evoluciona hacia la inserción plena en la sociedad civil, más participativa y con estructuras democráticas. En 1988 se aprueban los estatutos y en 1989 se celebran las primeras elecciones a los órganos directivos.
La asistencia sanitaria es asumida por las administraciones y Cruz Roja es entidad colaboradora en prestación de servicios por medio de conciertos y contratos. Uno de ellos es la puesta en marcha del Centro de Reconocimiento Médico para Conductores y Cazadores, además del Transporte Sanitario y los Puestos de Socorro Preventivos.
Cruz Roja extiende sus actividades hacia los sectores más vulnerables de la sociedad. Se aborda la informatización de las sedes, la reestructuración del transporte sanitario, la Cooperación Internacional, con ayuda de emergencia, cooperación al desarrollo y campañas de sensibilización, el Salvamento Marítimo y los Programas Sociales a desarrollar con personas mayores, toxicómanos, población reclusa, infancia, discapacitados, inmigrantes y refugiados. También se implica en la búsqueda de personas y en la distribución de alimentos básicos, e interviene con la población juvenil a través de Cruz Roja Juventud, con proyectos de Educación para la Salud, Medio Ambiente (campamentos, excursiones, etc.) y Paz.
Años 200-2013.
Cruz Roja lanza el Plan de Empleo en 2002 para favorecer el acceso al mercado laboral de quién lo tiene más difícil, y promover un mercado laboral inclusivo, con mecanismos que compensaran las desigualdades y facilitaran oportunidades.
Ese mismo año despliega sus recursos humanos y materiales de emergencia en la Riada ocurrida en Santa Cruz de Tenerife el 30 de marzo, que dejó 8 víctimas mortales y cuantiosos desperfectos. A pesar de las complicadas condiciones para intervenir, Cruz Roja desplegó sus recursos humanos y materiales durante la emergencia, y en días posteriores, colaboró en el desescombro de casas que habían quedado anegadas por las fuerte lluvias. También se intervino en otras emergencias, como la tormenta tropical Delta en 2005, o el incendio en las cumbres de Gran Canaria en 2007. Las zonas más afectadas de este incendio fueron los municipios de La Aldea de San Nicolás, Tejeda, San Bartolomé de Tirajana, Santa Lucia de Tirajana, Mogán y San Mateo.
En 2006 hace frente a la primera crisis migratoria en Canarias, con la llegada masiva de personas migrantes a las costas canarias, a las que se les brinda primera atención y acogida humanitaria. En 2008 estalla la crisis económica, con graves consecuencias para la población: pérdida de empleo, desahucios, pérdida de poder adquisitivo y situaciones de exclusión social. En respuesta,
Cruz Roja pone en marcha el Fondo de Solidaridad para atender la creciente demanda de personas con necesidades básicas prioritarias (ayudas económicas puntuales, alimentos, vestuario, kits de higiene familiar, etc.), sin olvidar la importancia de trabajar el desarrollo o recuperación de capacidades que les posibiliten mejorar sus condiciones de vida.
En los siguientes años el impacto de la crisis socioeconómica hace que muchas personas que se encontraban en contextos socioeconómicos seguros, entren a formar parte de las personas y los colectivos atendidos por la organización humanitaria y cómo este mismo contexto es responsable de un agravamiento importante de la situación de las personas vulnerables que ya participaban en los programas de Intervención Social. Desde Cruz Roja se pone en marcha en 2012 el llamamiento de ayuda 'Ahora más que nunca', que se propone aumentar la asistencia humanitaria a las personas en situación de extrema vulnerabilidad mediante respuestas integrales, aprovechando la coordinación de sus planes de intervención social y empleo. Todas las acciones llevadas a cabo fueron posibles gracias a la colaboración de más de cientos de empresas privadas, entidades públicas y asociaciones, que realizaron diversas iniciativas de apoyo. Se recolectaron juguetes, alimentos y productos de higiene personal, a través de galas benéficas, eventos socioculturales y deportivos. También se contó con las aportaciones de los propios empleados y clientes, de donaciones directas o de telemaratones solidarios como los organizados por Mírame Televisión.
En 2009 se inaugura el Centro Logístico de Ayuda Humanitaria en Las Palmas de Gran Canaria. Este centro, de 2.471 metros cuadrados, es el cuarto en el mundo tras los de Dubái, Panamá y Kuala Lumpur, y tiene entre sus principales objetivos ser base de aprovisionamiento de ayudas materiales que alivien las consecuencias derivadas de guerras, conflictos y, sobre todo, desastres naturales, dando respuesta a las necesidades básicas e inmediatas de las personas afectadas.
Una de las misiones humanitarias internacionales más relevantes en estos años fue el Terremoto que asoló Haití a comienzos del año 2010. Cruz Roja, una vez analizó su magnitud, activó sus Equipos de Respuesta Inmediata en Emergencias y a sus delegados, entre los cuales se encontraban 10 canarios desplegados en terreno, para desarrollar labores sanitarias, albergue, potabilización de aguas y apoyo psicológico y humano. Se realizaron envíos de toneladas de material humanitario por avión desde el Centro Logístico de Ayda Humanitaria en Gran Canaria, y también campañas y actos de recaudación de fondos para ayudar a la atención de las víctimas y a la reconstrucción de Haití, en las que la ciudadanía canaria se volcó.
Años 2014-2024.
En esta década Cruz Roja continúa con los planes de ayuda a las consecuencias de la crisis económica y la exclusión social. Un elemento crucial en sus líneas de intervención ha sido el despliegue de un nuevo Marco de Atención a las Personas, dotando a la intervención de un carácter integral. Se inician los primeros programas para tratar la violencia de género y ayuda a las mujeres en situación de vulnerabilidad.
El Plan Cruz Roja RESPONDE frente a la COVID-19, lanzado en marzo de 2020, tras la declaración del Estado de Alarma, ha sido la mayor operación de la historia de Cruz Roja en cuanto a la movilización de recursos, capacidades y personas. Entre otros muchos servicios, la Institución gestionó espacios de acogida temporal durante el periodo de confinamiento, en coordinación con los correspondientes ayuntamientos y el Gobierno de Canarias, para atender a las personas sin hogar, proporcionándoles alimentación, ropa, además de un espacio para el descanso, aseo y seguridad las 24 horas. Se realizó seguimiento a personas usuarias de sus proyectos, personas socias y voluntariado, principalmente a las personas mayores que viven solas, para conocer su estado de salud y recordarles los consejos de prevención, además de detectar posibles necesidades. Por supuesto, la Institución realizó entregas de ayuda (cajas alimentos, kits de higiene, medicamentos, material escolar, etc. en miles de hogares en Canarias. Asimismo, activó sus ambulancias para reforzar la red de transporte sanitario urgente del SUC, colaboró con el transporte de muestras para los análisis del COVID-19, prestó servicio de recogida de medicamentos en hospitales para pacientes con enfermedades crónicas, difundió y potenció campañas de información, sensibilización y prevención, ofreció también apoyo psicológico a la personas intervinientes en esta crisis social y sanitaria y a la población en general, a través del teléfono gratuito ¿Cruz Roja Te Escucha¿. También realizó toma de temperaturas a los viajeros en los puertos y aeropuertos de nuestras islas. Por último, Cruz Roja Juventud desarrolló también una importante actividad impartiendo educación virtual dentro del proyecto ¿Promoción del Éxito Escolar¿, además de la distribución de tablets, material didáctico, y juguetes educativos a familias con menores vulnerables.
Esta labor fue posible gracias a la movilización social, muchísimas personas con vocación de ayuda y con conciencia solidaria se acercaron a nuestros centros a prestar labor voluntaria, aumentando en un veinte por ciento el número de personas voluntarias activas. Además, es de destacar la participación de empresas y particulares que se aproximaron a nuestra organización, donando sus productos para que pudiéramos entregarlos a las personas en situación de máxima vulnerabilidad.
También hay que destacar el importante despliegue, este mismo año, que ha realizado la Institución para hacer frente a la nueva crisis migratoria, tanto en la atención humanitaria a pie de costa como en la gestión de acogida y recursos alojativos posterior.
El año 2021 comenzaba con la esperanza de una nueva normalidad depositada en la vacunación; sin embargo, el 19 de septiembre entra en erupción el volcán Tajogaite (Cumbre Vieja, La Palma), una de las emergencias más importantes para la historia de Cruz Roja en Canarias. Durante los tres meses que duró la fase de emergencia, la Organización movilizó cerca de 500 personas de su red territorial y todos los recursos necesarios para ayudar a la población afectada, ofreciendo albergue provisional, productos de primera necesidad (alimentos, artículos de higiene, ropa, ¿), ayudas económicas, atención psicosocial y acompañamiento en la regida de enseres y retirada de cenizas, entre otras actividades. Su actuación en este periodo alcanzó las más de 10.000 atenciones. Finalizada la fase de emergencia, Cruz Roja adoptó el compromiso de seguir trabajando por la recuperación y para la construcción de resiliencia del pueblo palmero, mediante un plan de respuesta integral, con una cartera de proyectos dinámica, que se va adaptando en función de la evolución de la situación, (en materia de educación, empleo, inclusión social, medio ambiente, salud y socorros), para los próximos tres años (hasta 2024).
En 2022 se despliega un importante operativo para asistir y atender a las personas refugiadas por el conflicto en Ucrania. En la isla de Tenerife la Organización ha prestado atención a cerca de 1.500 personas procedentes de Ucrania, acogidas una gran parte en los recursos alojativos gestionados por Cruz Roja. Asimismo, se les prestó apoyo para la gestión de las tarjetas sanitarias y realizó acompañamientos médicos. Del mismo modo, estas personas recibieron acompañamiento para las gestiones de documentación de protección temporal como refugiados. Además, se realizaron movilizaciones para acogidas y traslados a recursos, clases de español, informaciones sociales, educativas, sanitarias etc., la cobertura de sus necesidades básicas como entrega de ropa, medicamentos, alimentación, tarjeta SIM, etc. (461entregas), y apoyo psicosocial. Paralelamente, puso en marcha el proyecto Atención Familias Ucrania, con ubicación en el Puerto de La Cruz con el objetivo de lograr su integración social.
La situación de conflicto, y la presión sociopolítica con Rusia, provocaría una inflación generalizada en el mundo, que en España se traduce en una nueva crisis económica, que vuelve a azotar a las familias más vulnerables, y crea nuevas necesidades entre quienes, hasta ahora, habían podido salvar la situación. Para paliar esta situación, se activó rápidamente el plan ¿Cruz Roja Reacciona¿, una respuesta directa, inmediata y cercana ante la crisis agravada por la pandemia, el cambio climático y el conflicto en Ucrania.
En julio de 2022 se celebran dos importantes acontecimientos: el 21 de julio la ciudad de San Cristóbal de La Laguna acoge en su Teatro Leal 43ª edición del Sorteo de Oro de Cruz Roja, siendo la primera vez que se celebra en la isla de Tenerife y la segunda en Canarias (la primera fue en 1998 en Telde, Gran Canaria). El 22 de julio se inaugura el primer Museo de la Cruz Roja en España, ubicado en la sede de Cruz Roja del Puerto de la Cruz, en Tenerife. Su exposición rinde homenaje a los orígenes de la Institución en la provincia de Santa Cruz de Tenerife desde su fundación en 1895, mostrando, a través de documentación, objetos e imágenes, la organización de sus actividades más importantes en las cinco primeras décadas del siglo XX.
En el verano de 2023, la Institución despliega sus equipos de Emergencias para asistir a las personas desplazadas por el grave incendio forestal en las cumbres de Tenerife. Gestionó albergues provisionales, que contaron con camas, mantas, kits de higiene y alimentación, para cubrir las necesidades de estas personas. Además, se habilitó un espacio en estos albergues para la acogida de los animales de las zonas afectadas. Otra de las labores prioritarias para Cruz Roja fue el avituallamiento de los profesionales que intervinieron en la emergencia, para cubrir los desayunos, almuerzos y cenas. También fue clave y necesario la entrega de ayuda humanitaria en todos los puntos de encuentro que se instalaron para las personas evacuadas, el seguimiento a las personas usuarias del servicio de Teleasistencia de los municipios afectados, el apoyo psicosocial a las personas albergadas, los traslados de las personas evacuadas que lo requirieron y la cobertura logística y apoyo a las brigadas forestales para cubrir demandas de asistencia sanitaria y evacuación.
En 2024 Cruz Roja en Canarias celebra 150 años de existencia. A lo largo de estos 150 años de acción humanitaria en Canarias, Cruz Roja ha contribuido de forma notable a la fraternidad de los pueblos, a la mejora de las condiciones de vida de los sectores más deprimidos de la sociedad y a la defensa de los valores y principios que presiden la convivencia en la comunidad internacional, realizando una labor relevante en favor de la sociedad canaria.